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Visualiza tu proyecto

Así será más fácil convertirlo en realidad.

14 de abril de 2017

Si tú no lo ves, nadie lo verá. Por eso, lo primero que hay que hacer es trazar un plan general, que te sirva de guía. Los escritores de ficción dan mucha importancia a este plan. Muestra de ello es, por ejemplo, el libro de Jean Larser Planificación. El plan de una novela.

Es el equivalente al índice, pero más flexible, ya que en el mundo académico (por lo menos en Humanidades) tendemos a elaborar índices demasiado ambiciosos que luego nos coartan y frustran. En este post encontrarás una forma rápida y eficaz de planear tu proyecto, que te permitirá reflexionar sobre él de forma madura, realista y creativa.

Visualiza tu proyecto con un mapa

Los mapas mentales son la herramienta perfecta, porque te permitirán tener una visión general muy clara y además te obligarán a ser muy concreto. Un mapa como este:

No lo olvides: sólo es es un punto de partida. No hay nada peor que un mapa rígido que te impida avanzar.

Rellenar el mapa es muy fácil y no tiene por qué llevarte mucho tiempo. Vamos a ver cómo hacerlo.

La idea central: tu tesis de partida

En un párrafo o dos explica el motor que mueve toda la investigación. Cuanto más conciso puedas ser, mejor. En los libros es el equivalente a la trama: un hombre se levanta por la mañana convertido en cucaracha. ¿Te suena? A Kafka no le hizo falta más.

No intentes ser muy técnico ni que sea perfecta. Imagina más bien que alguien que no tiene ni idea de lo que investigas te pregunta interesado de qué va tu trabajo o tesis. Intenta contárselo para que lo entienda, aunque no sea especialista en tu materia.

Las ramas primarias: los capítulos

Primero piensa cuántos capítulos va a haber, qué orden siguen y cuáles serían sus títulos. Lo importante es que a ti te guste.

Escribe un resumen de cómo te gustaría que fuera cada capítulo. Algo similar a la tesis principal. Un pequeño párrafo, o unas líneas en las que explicas a un amigo qué quieres contar, por ejemplo:

« en las primeras páginas vemos cómo el protagonista reacciona a su transformación y las dificultades que tiene para bajar de la cama».

Es importante que lo hagas con TODOS, no sólo con los primeros. Es el equivalente plantear un mueble. Se pone cada cosa donde más o menos va a ir, pero sin apretar demasiado los tornillos.

Nada de lo que escribas en esta fase está tallado en piedra. De hecho, lo más probable es que cambies casi todo. Tómatelo como un esbozo, un punto de partida que te va a servir para perder el miedo y sentir que eres dueño de tu investigación.

Qué hacer con el mapa

Rellénalo tantas veces como quieras. Cuélgalo donde puedas verlo y échale un vistazo de vez en cuando, apuntando todo lo que se te ocurra. Dibuja si necesitas, decóralo a tu gusto y ¡hazlo crecer! Cuando lo hayas hecho deja tu comentario y cuéntame qué tal la experiencia.