Volver al sitio

Supera el miedo a la página en blanco

Usa este truco y ¡no habrá quien te pare!

1 de mayo de 2017

¿Sigues luchando contra el bloqueo del escritor y el miedo a la página en blanco? En este post aprenderás el truco infalible para no bloquearte cuando trabajes en tu escritura académica. Yo he tardado mucho en descubrirlo y habría ahorrado mucho tiempo si alguien me lo hubiera contado antes. No quiero que eso te pase a ti. Así que, ¡sigue leyendo!

Te entiendo, he estado ahí

Durante mucho tiempo viví convencida de que lo mío no era escribir. Tenía buenas ideas, pero luego me sentaba a plasmarlas sobre el papel y enseguida salía corriendo (a comer, sobre todo). Empezaba frases y enseguida las borraba, porque no eran lo suficientemente buenas. El tiempo pasaba y sólo conseguía hacer algo decente cuando me quedaban dos o tres días para entregar los trabajos. Con la tesis empeoró, porque la fecha límite era dentro de cuatro años. Sin embargo, el mal no hacía más que aplazarse, pero el problema seguía ahí. Hasta que decidí estudiar cómo hacían los escritores de ficción para salir de sus agujeros.

Cómo caí en la cuenta del error

Yo me enfrentaba a la página en blanco escribiendo para mi tutor y para los miembros del Tribunal. Cada frase que escribía la releía pensando en su opinión. Y huelga decir que nunca era favorable. Normal que no me saliera nada.

Empecé a redactar mi tesis de verdad cuando me decidí a explorar literatura sobre escritura de ficción. Los libros para doctorandos me intimidaban y me hacían sentir que yo nunca iba a estar a la altura. Así descubrí Writing with power, de Peter Elbow, que cambió mi forma de ver la escritura para siempre y me hizo darme cuenta de que estaba cometiendo un gran error. Es tan sencillo, que hasta da vergüenza. Si ya lo sabes, ¡enhorabuena! Si no lo conocías y tú también lo cometes, me alegra poder decirte que es muy sencillo de corregir.

Cómo superar el bloqueo

Es muy fácil. Solo tienes que recordar esta sencilla regla:

Escribe primero para ti y después, para tus seres queridos.

Para ponerlo en práctica te propongo que la próxima sesión de trabajo hagas lo siguiente:

  1. Empieza a escribir y si te bloqueas analiza para quién escribes, qué esperas producir y por qué no puedes hacerlo. Mira a ver si te vienen a la cabeza pensamientos de este estilo:
  • esta frase es demasiado sencilla.
  • ni siquiera está bien construida.
  • seguro que hay bibliografía que desconozco.
  • fulanito lo dice mucho mejor.
  • esta idea es muy discutible.
  • no sé si podré defenderla, etc.

Todos ellos son síntoma de que ESTÁS PENSANDO EN LOS LECTORES EQUIVOCADOS.

  1. Olvídate de ellos.
  2. Respira hondo.
  3. Imagínate que tu abuela, madre, hermano, padre, etc. —alguien que te diga siempre lo listo que eres y te valore hagas lo que hagas— preguntándote lo siguiente: ¿sobre qué estás escribiendo? ¿qué es eso que tan ocupado te tiene?
  4. ¡ESCRIBE! Sin darle muchas vueltas, como te salga, pero un buen rato intentando transmitir qué es lo que quieres contar en tu tesis o tu trabajo.

Más fácil imposible

Con el tiempo y la experiencia he descubierto que lo importante es escribir, como dicen los ingleses: no matter what. Ese material imperfecto es el bloque de mármol en estado bruto, que te permitirá hacer tu escultura más tarde. Sin palabras no tienes nada y tu tesis o trabajo de investigación seguirán viviendo solo en tu mente. ¡Atrévete a hacerlos realidad sobre el papel!

Prueba este método y escribe un comentario para ver cómo te ha ido. Y ya sabes: ¡comparte! Seguro que conoces a gente que necesita un pequeño empujón para salir de su hoyo de miseria y autoreproche.

Antes de que te vayas ...

No te quedes como simple espectador. ¿Por qué no pruebas esta técnica para escribir un comentario y ver qué pasa si te leen otros? ¡Estaré encantada de responderte! Y ya sabes: ¡comparte! Seguro que conoces a escritores bloqueados.